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Dios, mi amigo, padre, sustentador y guía fiel.  En el pongo toda mi confianza, pues nada sería yo si no fuera por Él. Tengo la firme certeza que Él tiene un propósito para mi vida y los planes Él ya los trazo. No me es fácil seguir sus pasos, pero con su gracia me ayuda a ser un vencedor. Reconozco que mis talentos y habilidades todo se lo debo a mi buen Dios. Solo intento seguir las pisadas de mi buen Salvador, ser un siervo para la humanidad ayudándolas a sobrellevar sus cargas, hacer más ligera la travesía que nos lleva a una vida mejor. Por su gracias espero ser el profesional en Psicología que Él desea. 

 

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Dedicar mi vida al servicio de la humanidad, haciendo de mi profesión el medio para llevarles esperanza y salvación. Y hacer de mi vivir un ejemplo de servicio abnegado, tal como Jesús lo fue. 

 

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Mantenerme al margen de un psicólogo Adventista, el cual su vida está dedicada al servicio abnegado. Ser un Gran profesional que se preocupa por la humanidad, el cual a pesar de las condiciones económicas, clase social, cultura o religión le brinde la ayuda de acuerdo a su necesidad. 

 

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Mis valores, que forman mi ser como persona son: la honestidad, la igualdad, paciencia, responsabilidad, prudencia y por supuesto el amor al servicio.